Cómo montar un negocio rentable por Internet con poco dinero, mi experiencia personal
Cómo montar un negocio rentable por Internet con poco dinero, mi experiencia personal
Cuando tenía 25 años estaba estudiando la carrera por las mañanas, trabajaba como interprete y secretario de dirección en una orgánica cinegética internacional por las tardes y además gestionaba una tienda de Ebay en la que vendía productos importados desde China mediante dropshipping.
Aquella tienda fue mi primera experiencia emprendedora, con la que me di cuenta de que realmente era posible trabajar desde casa y ganar dinero por Internet. Además aprendí:
- A hacer mi primera página web con Prestashop.
- Que para montar un negocio rentable en Internet tienes que estar más preparado de lo que estaba yo.
- Que la ilusión sin cabeza es una mezcla explosiva.
La entrada de hoy es especial, te voy a contar cosas que no he contado nunca a gente fuera de mi círculo más íntimo, los errores que cometí en mi primer proyecto, lo que hice un poco mejor en el actual y algunos consejos para que empieces tu andadura con buen pie.
También te voy a explicar un truco para encontrar ideas de negocio originales. Olvídate de montar una empresa y de hacer un plan de negocio al estilo tradicional. Lo que vas a aprender hoy es algo mucho más rápido y eficaz.
Vamos al lío.
Ganar dinero por Internet no es tan fácil como te lo pintan
Si has llegado a esta entrada con la intención de aprender a ganar dinero fácil y rápido, o sin trabajar, ya te puedes ir por dónde has venido. Internet es un mundo lleno de oportunidades, pero la competencia es importante y tienes que entender cómo funciona este medio.
Primero necesitas tener una serie de conocimientos sobre el mundo 2.0, luego planificar todo correctamente y por último trabajar como una bestia, sobre todo al principio.
Te voy a contar una serie de verdades que he aprendido en los últimos años sobre los negocios en Internet.
La mayoría de los nichos rentables conocidos los dominan los SEOs
Hasta no hace mucho pensaba que la mayoría de páginas de Internet estaban montadas por empresas o aficionados que utilizaban las webs para dar a conocer sus negocios o hobbies. Es decir, si llegaba a una página sobre recetas de hamburguesa daba por hecho que la había hecho un aficionado con la intención de compartir sus recetas caseras, o como mucho con la intención de sacar cuatro perras con Google Adsense.
Bien, pues te invito a que hagas lo siguiente, busca en Google “Receta de hamburguesa”, el buscador te devolverá algo como esto:
Como ves los dos primeros resultados corresponden a la misma página, en principio puedes suponer que será una página muy chula para haber llegado al número 1… pues no. Su diseño deja bastante que desear ¿A ti te parece que sea una página que esté cuidada? ¿Qué se ha mimado?
Lo que pasa es que en realidad esa web forma parte de una MBN (Una red privada de Blogs) creada por Romuald Fons y su equipo con la intención de posicionar páginas de recetas. El resultado ya lo has visto, han colocado la web en el número 1 a pesar de haber contenidos de mejor calidad en los resultados posteriores.
Ese es el poder del SEO bien hecho.
Si te interesa saber más sobre esta estrategia de posicionamiento y cómo la han llevado paso a paso te recomiendo que leas esta entrada, vas a flipar.
Y como este caso hay otros muchos, en Internet hay miles de páginas que no son explotadas por profesionales del nicho en cuestión, sino que son SEOs que subcontratan redactores para generar contenidos sobre esa temática con la intención de posicionarse y explotar ese nicho de mercado.
¿Cómo te afecta esto a ti? Supongamos que te dedicas a la venta de flores vía online. Te podrías posicionar relativamente fácil si todos tus competidores tuvieran tu mismo nivel de conocimientos sobre marketing online, pero si te tienes que partir los morros con especialistas en posicionamiento más vale que aprendas SEO o que contrates a un profesional.
Mi primer negocio por Internet lo monté con 25 años y me di un buen guarrazo porque no estaba preparado
Empecé en Ebay. Un día estaba buscando una funda para una cámara de fotos y vi que si la pedía a china me salía por la cuarta parte que el mismo modelo comprado en España. Evidentemente se me iluminó la bombilla y empecé a importarlas con la intención de venderlas aquí.
Los primeros meses la cosa funcionó muy bien, eran productos ligeros (envío gratuito), baratos, sin problemas de funcionamiento y de una calidad decente. Se vendían como churros.
Luego me emocioné viendo que la cosa funcionaba y amplié el catálogo de productos buscando márgenes de beneficio mayores. Empecé a vender cámaras de fotos, radio CDs para el coche, sensores de aparcamiento, tarjetas de memoria, etc.
Todo lo que mi intuición me decía que podía ser interesante sin aplicar ninguna regla basada en datos objetivos sobre los intereses de la gente. Si en aquel momento hubiera conocido Terapeak me habría ahorrado muchos disgustos.
Al introducir estos nuevos productos comenzaron los problemas de solicitudes de reembolso, pago de aranceles, descenso de la demanda, IVA en la aduana, etc. los productos chinos fallaban mucho y tenía que atender quejas, devoluciones a China, etc.
Nadie se mueve demasiado por una funda de 6€ aunque no esté conforme con lo que ha recibido, pero por un radio CD de 300€ la cosa cambia.
Después de un tiempo decidí dejar de vender productos importados desde China para vender a través de mi propia web productos comprados a mayoristas españoles. Esta decisión fue el principio del fin.
Por aquel entonces creí que sería capaz de vender los productos de los proveedores españoles como había hecho con los de los chinos, pero con más fiabilidad. A día de hoy me pregunto cómo pude meter tanto la pata:
- Los mayoristas me vendían a precios más caros que los precios que tenían de venta al público páginas como Pc Componentes. Surrealista, así era imposible competir.
- Publiqué una web sin ningún tipo de optimización ni trabajo de SEO que pretendía competir en un nicho muy complicado. Qué ingenuo…
- Vender esos productos en Ebay ya no tenía sentido, entre las comisiones por venta y la subida de precios dejé de ser competitivo.
La avaricia rompió el saco, o tuve un exceso de motivación al ver que me iba bien o una ilusión desmedida por crecer, llámalo como quieras, pero me metí en un berenjenal importante sin tener ni idea de lo que estaba haciendo.
Lo único que hice bien en aquel negocio fue elegir el primer producto y esto fue de casualidad, todas las decisiones que tomé después fueron para peor hasta que el chiringuito se fue a pique.
Moraleja. Piensa bien donde te metes antes de montar tu negocio, debes conocer a tu competencia y ser realista a la hora de evaluar si podrás competir con ellos. Cuando me metí en este negocio leí en varios foros que era un nicho muy difícil, pero no lo quise entender, estaba empeñado en conseguirlo y creía que con trabajo e ilusión podría con todo y con todos…
Ya te digo yo que con eso no basta, tú y tu presupuesto inicial de 4.000€ no pueden competir con empresas de 10 empleados, cada uno especialista en lo suyo y con presupuestos de cientos de miles de euros.
Además tienes que pensar bien la estrategia que vas a seguir y cómo la vas a ejecutar. Es bueno que estés motivado, pero además tienes que estar preparado. Como dice Emilio Duró, “no hay nada peor que un tonto motivado”.
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